lunes, 14 de marzo de 2011

La vida es un viaje…

La vida es un viaje… ¿A dónde?
Muchas veces hemos escuchado decir que: “la vida es un viaje”, relacionándola principalmente con las experiencias por las que atravesamos durante la vida; y pocas veces, por lo desagradable del tema, metafóricamente, con la vida y la muerte, ya que todo viaje tiene un punto de partida y otro de llegada… Igual que nosotros.
Pero si nos ponemos a meditar un poco acerca de lo antedicho, veremos que tal decir solo nos muestra un episodio parcial, miope o superficial, de lo que realmente es la vida.
¿Por qué? ¿Acaso la vida no empieza cuando nacemos y acaba cuando morimos?
Si creyésemos en eso entonces nuestra opinión o concepto realmente sería, como ya afirmamos, “parcial, miope o superficial…”
Entonces, hablemos del inicio de aquel supuesto viaje: La vida.
Creo que no me equivocaría al afirmar que al menos más de la mitad más uno cree que empieza cuando nacemos, y así, con ese casi axioma que más parecería un dogma de fe, nos contentamos con aceptarlo. 

Otros dirían, gracias al progreso de la ciencia, que esta empieza en el momento de la concepción, es decir en pleno chucu chucu, tango o acto sexual. Pero esta afirmación es solo un cambio del tiempo, de nueve meses, en la afirmación acerca del comienzo de la vida.
No es mi intención burlarme de la ciencia y crear una nueva, y ridícula, teoría. No. Muy al contrario, creo que la ciencia ha progresado tremendamente y cada vez va definiendo mejor los intrincados misterios de la vida, que antes la tomábamos como actos de creación divina. La ciencia seguirá investigando y descubriendo más detalles del antes y después de la unión del ovulo y la esperma… y habrán muchos que irán afinando las manecillas del reloj, o mejor dicho: el cronometro, del inicio de la vida. Pero, aún así, esta visión será “parcial, miope o superficial”, porque no es a donde queremos ir.
 
¿Entonces, señor?
La vida, nuestra vida, no es el resultado de una aparición repentina, como un acto de magia o divina, sino que, como todo en el universo, está íntimamente interrelacionado y solo somos una de los billones de sus probabilidades.
Hoy, se ha llegado a “ver” al genoma humano y lo han expresado en esa hermosa escalera grafica del ADN… pero no han encontrado a “la vida” en sí, por más búsqueda que hayan realizado, sino un agregado de elementos químicos que existen desde la época del Big Bang, por eso, si buscamos nuestros orígenes no nos equivocaremos al afirmar que tenemos la edad del universo. Ese es nuestro inicio, el resto son solo detalles del proceso que la ciencia va descubriendo, es decir del manejo de las manecillas del cronometro antes mencionado.
O.k… ¿Y la muerte?... Igual. Nunca “morimos”, solo pasamos a ser otras cosas, infinitas por decir lo menos, como la reencarnación entre una de ellas.
 
Por eso creo que sí, realmente “la vida es un viaje”, con la particularidad de que el momento transcurrido desde que “nacemos” hasta que “morimos” es solo el coche, o cuerpo físico, en que realmente viaja la vida, y que al llegar a su destino se baja y toma otro en el largo tour por el universo.

viernes, 7 de enero de 2011

Ted Williams y el don de su voz.


Creo que a lo largo de nuestra vida hemos tenido muchas oportunidades que hemos sabido aprovechar, sin embargo siempre buscamos muchas otras más. Pero eso no es el motivo de esta nota. En cambio quiero hablar de lo relacionado con aquellos que no la han tenido o, teniéndola, la han desperdiciaron.
Muchas veces hemos escuchado, y comprobado hasta la saciedad, que: "América es el País de las Oportunidades"… y esta historia es sino una más, la más reciente.
Se trata de Ted Williams, ciudadano americano, un "homeless" o mejor dicho: un desamparado mendigo, que llegó a esa situación luego de envolverse en el consumo y abuso de las drogas, el tabaco y alcohol, en su juventud, luego de haber estudiado radiotelefonía. No está demás, ni pecaría de moralista, afirmar que es muy difícil aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida cuando estamos atrapados en una adicción.
Pero lo que quiero destacar aquí es que siempre existirán adversidades de diversas índoles, propias de cada individuo, más allá del presente anecdótico personaje, que debemos de superar.
A Ted le tocó levantarse del lodo de la drogadicción y limpiar su conciencia para poder pensar… y así, optar por vivir. Así, rehabilitado y batallando día a día por no recaer, salió a mendigar el pan de cada día o por la oportunidad, tan escasa por su condición-apariencia, de encontrar un empleo. Durante dos años de mantenerse limpio y sobrio de cualquier droga buscó como alimentarse y sobrevivir buscando el dólar de cada día en una esquina, a la salida o entradas de las autopistas. No creo que alguien en su condición pueda pensar en lograr el “Sueño Americano”. Pero él sabía en el fondo de su alma que tenía un Don: Su VOZ... Cultivada en su juventud por los estudios de radiotelefonía que hizo con dedicación.
A nadie le gustaría llegar a la desgracia de ser un "homeless", dormir en Refugios Comunitarios, bajo los puentes o en cualquier rincón de algún tugurio, perdiendo la mínima privacidad y casi todo orgullo humano.
Ted estuvo así muchos años hasta que reaccionó. Ya rehabilitado de la drogadicción quizás hubiera pasado el resto de su vida, protegido por la magra seguridad social y mendigando en las esquinas de las carreteras aledañas a las ciudades, esperando recibir un dólar o una oportunidad de trabajo... Y la oportunidad llegó. No quiero equivocarme al afirmar que solo en América sea posible que sucedan estas cosas, pero la oportunidad llegó. Reporteros de una importante Cadena de Radio y Televisión fueron advertidos de la existencia de un homeless con VOZ extraordinaria mendigando en una esquina... y fueron a verlo… Su apariencia no importó… sino su Don.
La historia no termina allí, sino que se sigue desarrollando día a día, pero desde esa entrevista ya no será el mismo. La tan esperada oportunidad había llegado. Ahora Uds. pueden verlo y ESCUCHARLO, y tener su propia opinión.

LOS VIAJES ASTRALES… ¿FICCIÓN O REALIDAD?

Autor... Michaelangelo Barnez Para empezar diré que los Viajes Astrales son experiencias extraordinarias en donde el espíritu, alma, ánima...