lunes, 3 de septiembre de 2012

LA DESPEDIDA

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John miraba el triste rostro de su esposa ante su inminente partida. Quería consolarla, pero temía causarle más pena aun. Por eso solo atinó a decirle: “Joanna, eres muy bella, amor, y te recordaré cada día que esté lejos de ti.”

Joanna era una mujer de mediana edad cuyo lozano rostro había envejecido recientemente debido a la tristeza provocada.

Ella, aferrada a las manos de su marido, le dijo: “Nunca nos habíamos separado antes. No sé lo que es estar lejos de ti, y me da mucho miedo”.

“No será por mucho tiempo, querida… -repuso John, y agregó-… aunque en estas cosas todo es muy relativo”.

“¿Y si me llevas contigo… hoy?”

“Mmm ya lo hablamos querida y sabes que no es una opción… Pero no hablemos más de eso, no tiene importancia. Lo que me preocupa es como quedan las cosas. ¿Podrás controlar todo lo que acordamos hasta el día que vengas a mi lado?”

“Sí. Puedo valerme por mi misma, pero lo que me da miedo es hacer ese viaje sola”.

“No te preocupes, yo estaré esperando tu llegada”.

John, sabiendo que la hora había llegado, besó los labios de su amada y sintió el sabor salado de las lágrimas que rodaban por la mejilla de ella. Joanna tembló, abrazó fuertemente los hombros de su marido y le correspondió el beso de despedida como queriendo entregarle su corazón.

John, esa misma noche, a los pocos minutos de haber besado a su amada, y con una dulce sonrisa en los labios, cayó en un ya previsto coma profundo del que no despertaría. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

COMANDO TERRORISTA TOMA POR ASALTO EDIFICIO FEDERAL, MDC, EN EL CENTRO DE LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.



ALERTA DE ÚLTIMO MINUTO: COMANDO TERRORISTA TOMA POR ASALTO EDIFICIO FEDERAL, MDC, EN EL CENTRO DE LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.

“El edificio federal del Metropolitan Detention Center, MDC, de la ciudad de Los Ángeles, California, ha sido tomado por asalto por un comando terrorista esta tarde, alrededor de las 4 pm, hora de la costa oeste.”
“Un comando terrorista, aún no identificado, de por lo menos 10 hombres fuertemente armados con fusiles de largo alcance y automáticas, ingresaron a la fuerza, disparando a matar a quienes encontraban en su paso, al Centro de Detención de acusados por delitos federales, la mayoría de los casos relacionados con el narcotráfico. Aunque también están confinados allí peligrosos asaltantes de bancos, estafadores y miembros de la milicia y supremacía blanca, todos en calidad de acusados, en espera de que sus respectivos juicios sean resueltos en la corte federal.”
Estas fueron las noticias que se propalaron por la radio, la TV e Internet, esa tarde. Y de inmediato comenzaron las especulaciones. “Es un comando de sicarios terrorista del Cartel del narcotráfico que quiere rescatar a sus líderes,” decían unos.  “Son los terroristas del Al Qaeda…” o “Son los terroristas del Ku Klux Klan…”decían otros.
Pero la realidad era aún peor que los rumores, porque la administración del gobierno federal ya estaba en una crisis, y este asalto al MDC la empeoraba.
Hacía horas, temprano en la mañana, el presidente de los Estados Unidos había recibido una llamada urgente del Primer Ministro Ruso, vía el casi obsoleto teléfono rojo, alertándolo que un golpe insurreccional comunista estaba en curso y que corría el riesgo de ser derrocado; hecho que, desde ya, sin necesidad de concretarse, pondría inmediatamente en alerta la seguridad americana. Sin embargo, esta mala noticia no sería lo única que tendrá que enfrentar, ya que su Sistema de Vigilancia Global Satelital le anunciaba que los ejércitos de varios países del Medio-Este, Irán, entre ellos, se estaban movilizando amenazadoramente, preparando un ataque a Israel en una guerra santa total.
No está de más recordar que, luego de la caída del Muro de Berlín, los EEUU había demostrado, de manera nítida e incuestionable al mundo entero, de que eran la única superpotencia, capaz de aplastar a cualquier país, grupo de países, potencia o potencias del orbe, aun si estuviera sumido en una de las peores crisis económicas; sí, su poder militar era y es enormemente devastador…
Sin embargo, ahora un factor más, de carácter interno, se sumaba a la ya crisis generada: Un movimiento de la extrema derecha americana, de identidad racista y terrorista (el Ku Klux Klan entre ellas), había tomado por asalto un edificio federal en el centro de la ciudad de Los Ángeles y lanzado una proclama secesionista de guerra civil contra el Gobierno Federal y el Nuevo Orden Mundial.
La crisis en la que se ve sumida los EEUU de Norteamérica, a esas horas de la tarde, es de máxima alerta; y quienes creen que este problema es solo de ellos, los “gringos”, están equivocados, porque lo que esta superpotencia haga como respuesta para resolver su crisis, afectará a todos en este único mundo en que vivimos… desde las medidas económicas hasta la posibilidad de una guerra nuclear.
¿Si la guerra del Medio-Este era inminente, cómo neutralizaría a los EEUU a no intervenir? ¿Los EEUU permitirían el restablecimiento del Comunismo en Rusia, y por consecuencia a sus ex satélites de la llamada Unión Soviética, en medio de la crisis económica mundial…? ¿Las organizaciones de la derecha y extrema derecha Americana se plegarían al llamado de los Insurrectos Supremacistas del asalto al MDC?...
                                              MICHAELANGELO  BARNEZ
El Jihad: La Guerra Santa… El argumento de la novela surge de la palpitante actualidad, de las tragedias que vivimos todos los días, en la cual la frondosa imaginación del autor le da un curso novelesco. Esta no es una obra fantasiosa ni futurista, sino dramáticamente verosímil y actual; y aunque los personajes tienen nombre propio, estos son desnudados y mostrados transparentemente no solo en acciones, sino en sus motivos e intereses. La novela presenta la secuencia casi fílmica de lo que sucede actualmente, la que termina en escenas que ojalá jamás sucedan, aunque los acontecimientos actuales nos están demostrando, en luctuosos hechos de amenazas y agresiones, que todo puede suceder…

miércoles, 11 de julio de 2012

Te Veré en Sueños in Kindle Edition


Amigos… La novela “Te Veré en sueños” estará a disposición de todos y sin ningún recargo en:
TE VERÉ EN SUEÑOS IN KINDLE EDITION
TE VERÉ EN SUEÑOS es la historia de las vicisitudes de Rose, una mujer con extraordinarios poderes extrasensoriales, quien presa de extrañas experiencias de sueños y ensueños, busca al hijo extraviado en el laberinto de la vida y la muerte. TE VERÉ EN SUEÑOS, es una misteriosa historia de amor y aventura…
Si desean la versión real, de un libro…
Clic el Link:  TE VERÉ EN SUEÑOS

lunes, 7 de mayo de 2012

Reunión de Café con Michaelangelo Barnez


Esta será una reunión breve en donde el autor de: “Te Veré en Sueños”, Michaelangelo Barnez, conocerá personalmente a los Fans de la novela mencionada, departirá una breve charla con ellos y les entregará un ejemplar de una de sus novelas, debidamente autografiadas, como un obsequio por ser miembros del club de Fans.
Nota: Miembros confirmar asistencia en:
Otros, incorporarse a Fans de la novela “Te Veré en Sueños” para recibir un ejemplar autografiado de ella, en:

sábado, 17 de marzo de 2012

XXX

Estábamos Rachael y yo parados muy cerca de la cama, totalmente desnudos y apretando mutuamente nuestros cuerpos. Nuestros besos eran apasionados e intensos, en donde nuestros labios se buscaban afanosamente sin encontrar una perfecta posición que perdurase más de dos segundo, siendo interrumpidos por el incesante jugueteo de nuestras lenguas y el movimiento de nuestros rostros, a tal punto que parecía que ambos queríamos devorarnos el uno al otro. Hasta que el besarnos no nos bastó.
Entonces fue que bajé a su cuello anegado del sudor que compartíamos. Ella gimió, mientras yo sentía el salado de su piel, y desde ese momento no se detuvo, sino que la intensidad de estos aumentó según iba mordisqueándola suavemente. No me entretuve demasiado allí porque no tenía mucho tiempo, y bajé a sus redondeados hombros y luego a sus senos. Sus gemidos aumentaron y su cuerpo se contorneó cuando quise casi deglutir uno de sus senos. No sé si fui muy delicado con ella, porque mis mordiscos siendo suaves provocaban en ella alaridos de placer, pero ningún gesto de rechazo a que me detuviera.
Ella tiró su cabeza hacia atrás y comenzó a menear su blonda cabellera, mientras se abandonaba totalmente a mis caricias.
Yo la sostenía con mis brazos cruzados alrededor de su fina cintura y la besé hasta que me fue imposible ir más lejos de donde ya había llegado. Fue cuando Rachael enderezó su cuerpo y con ambas manos me guió a besar sus anegados labios, por lo que la solté sin más dilación y tuve que arrodillarme, a la vez que ella levantaba una de sus piernas para ponerlas sobre uno de mis hombros y sujetarme fuertemente… fue así que me hundí en la anegada espesura que me ofrecía Rachael.
“Corten!… -Dijo el director de la película que filmábamos, y agregó-… Demonios!!! Han demorado demasiado… Continuaremos después del almuerzo”.
“Te lo dije, John… -Me dijo Rachael sonriendo debido a mi inexperiencia, y añadió-… esta no es una escena de amor, sino de puro sexo explícito, esta es una película xxx, pero ya aprenderás”.
Creo que Rachael, una estrella del cine porno con quien hice lo que nunca creí posible hacer con una mujer, debido a que yo era un actor joven, inexperto y desempleado, tenía razón. Pero mi problema personal era que mi esposa hacia lo mismo en casa cuando yo no estaba.

domingo, 12 de febrero de 2012

Así como Yanacocha quiere... CONGA NO VA!!!

  


Resistencia popular al proyecto Conga de la empresa minera Yanacocha-newmont, en Cajamarca, Perú.
Música:
"El Tiempo es Hoy"... es interpretada por un grupo de artistas peruanos para crear conciencia sobre el Calentamiento Global.

miércoles, 25 de enero de 2012

Una noche lluviosa de concepción…


Hola, mi nombre es Albert y les quiero contar una increíble historia…
Eran las 08.15 del viernes de una noche lluviosa. Me había detenido en una estación 7-Eleven de gas, en mi camino a la ciudad de Brentwood desde Long Beach, antes de entrar al Freeway. Allí, además de llenar el tanque, compré unas golosinas, chips, dips, vino y cervezas. Una vez de regreso al volante enrumbé con dirección al norte, a ver a mi amada, Brenda.
Con Brenda, una cirujana plástica de 35 años, alta, de cuerpo bien formado por la cultura de la dieta y los ejercicios matutinos; de rostro sensual, fino y simétrico, acorde con su profesión; de cabellos marrones y ojos verdes; y con una piel ligeramente bronceada y bien cuidada, habíamos empezado una relación hacía ya un poco más de un año, luego de haberme solucionado un terrible problema de pequeñez viril, que lamentablemente no pudo salvar mi primer matrimonio, porque amor y respeto ya habían desaparecido de esa relación. Brenda también era divorciada, de su marido y socio de la clínica plástica que ambos dirigían; porque él, definitivamente, no quería tener hijos, y ella sentía que pronto sería físicamente incapaz de tenerlos… y los quería, al extremo de llegar al divorcio.
De esa manera, ambos confluimos en el mismo mar de la soledad desde diferentes vertientes del fracaso amatorio, factor que no hubiera sido suficiente para que empezáramos una relación, si no nos hubiéramos gustado desde un principio, cuando nos vimos en su consultorio, restringidos por un compromiso conyugal que , aunque colapsando, debíamos respetar. Gusto que se desbordó cuando ya nada se interpuso entre nosotros. Así nació, poco a poco, este sentimiento compartido.
Las fiestas y las celebraciones de los “viernes de corrupción” ya habían quedado atrás en la relación que estábamos construyendo, y si no vivíamos junto aún era porque simplemente queríamos conservar nuestra independencia hasta el momento definitivo, y además porque Brenda quería esperar la boda para inaugurar la casa que ya teníamos lista. ¿Y el sexo, también esperó? No, en absoluto. Eso lo hicimos desde el primer momento que estuvimos informalmente libres y después de unos abrazos y besos, ya sea en su departamento, en el mío o en algún hotel cuando salíamos fuera de la ciudad los fines de semana… Sin embargo, ella se cuidó de no concebir todo ese tiempo, hasta estar segura de que yo sería su hombre de toda la vida y un buen padre de sus genes, heredados y compartidos en un nuevo ser. Por eso, sexo, boda, matrimonio no eran prerrequisitos para una vida familiar compartida… y ella lo sabía. Por eso, esa mañana me había llamado a mi oficina.
“Sí, Albert. Estoy lista, quiero concebirlo esta noche”.
Mientras conducía por la vía libre, muchos recuerdos vinieron a mi mente. Recordé mis fallidos esfuerzos por embarazar a la mujer de mi primer matrimonio, y la subsiguiente secuela de pleitos y frustraciones por mí pequeñez física y, consecuentemente, la depresión extrema de perder toda posibilidad de erección ante ella. Trauma sicológico que ni el Viagra lo solucionó, porque el problema ya no era físico sino mental. “Tiene que operarse… -me dijo el psicoterapeuta que me trató, y añadió-… es la raíz de todos sus males. Con un órgano de tres pulgadas serás muy infeliz el resto de tu vida, pero, afortunadamente, ahora existe la cura.” Y me envió a ver un cirujano plástico: Brenda. Ella, gracias a su pericia quirúrgica, solucionó el detalle físico añadiendo 6 más de los pocos que tenía. “¿No será demasiado, Doctora?” Le dije cuando hablamos en la consulta previa a la operación. “No. Nunca es demasiado, pero te aconsejo prudencia y cuidado en tus relaciones. El tamaño es importante para la fecundación, pero no es todo, porque para el goce existen muchas otras formas de lograrlo”.  Luego, meses más tarde, ella me arregló el corazón y mi orgullo propio también con una ternura que devino en amor verdadero.
También vino a mi mente la responsabilidad que iba a asumir. Un matrimonio en sí, lo podía romper cuando me viniera en gana, es un decir, repartir los bienes adquiridos y luego marcharme. Pero el procrear a un nuevo ser de mi propia sangre y carne era algo abismalmente diferente. Que, una vez creado, pensaba, jamás podría retirar mis genes de él o ella, y, consecuentemente, la responsabilidad de su crianza, educación… y el amor, en ese proceso. Claro está que esto se cumple si es que, como padre, era un ser humano… o animal, porque ni estos abandonan a sus crías.
Sin embargo, esta responsabilidad no me abrumó en absoluto, sino muy por el contrario, me hizo ver la vida en una perspectiva de un futuro mejor. Sí, realmente nunca había hecho el amor de una manera racional; es decir, consciente y deliberadamente para procrear, a excepción del traumático momento que ya les conté, sino simplemente llevado por la pasión del momento y el puro placer… al menos, el mío. ¿Y los orgasmos de mi pareja de turno? Mmm… No me cabe la menor duda que muchos fueron fingidos, sin contar los que conseguí por otras mañas y artilugios, si es que me lo permitían, porque de duro y durar no era de menguar.
Luego pensé en Brenda, y la imaginé como la pareja que completaba mi vida. La vi perdiendo su delicada figura en unos meses debido al embarazo. Y la valoré en otra dimensión, algo que nunca había hecho con nadie, y era por la manera tan especial de decirme: “Te amo”, al estar dispuesta a crear algo mío muy dentro de ella. Sí, la amaba y estaba seguro que ella también me correspondía.  
El letrero verde con letras blancas de: “Salida a Brentwood… a 1/2 milla”, me hizo ser más consciente de la conducción de mi camioneta. Giré a la derecha para salir del Freeway, pero la pista mojada estaba muy resbalosa por la primera intensa lluvia de la estación de invierno  e hizo que mi vehículo patinara como un trompo, chocara contra el borde del alcantarillado y saliera del camino, para ir dando tumbos sobre el gramado de la rampa de salida, hasta que se detuvo.
“Oh, dios. Felizmente no me volqué, hubiera sido fatal.” Dije, intentando encender el motor nuevamente… y feliz de la vida me fui a hacer el amor… y procrear a mi hijo.
Nueve meses después sucedió lo previsto: “Un hombrecito, es un hombrecito…!!!” dijo la Dra. arropando al recién nacido, entregándoselo a la sufrida madre, mientras yo observaba en silencio desde un rincón de la sala de partos.
“Te llamarás como tu padre, Albert… -le dijo Brenda a su pequeño, y con lagrimas en los ojos añadió-… Desearía que estuviera aquí. Él hubiera sido muy feliz de verte nacer y tenerte entre sus manos…”.

sábado, 14 de enero de 2012

MIGUEL ÁNGEL BURRONOTTY

Hola, mi nombre es Miguel Ángel Burronotty y por una estúpida razón, que creo que Uds. adivinarán, me puse a pintar. Dibujé muchas cosas siguiendo las escuelas que marcaron los grandes maestros, especialmente mi homónimo, pero que llegaron a ser nada porque siempre quise, como ellos, decir algo muy obvio.
Luego de un corto entrenamiento empecé a dibujar de verdad. Por eso hice el dibujo de un caballo a puro puntitos de colores que me gustó mucho, porque obviamente se veía como un caballo y no otra cosa.
Mi agente artístico lo miró y me dijo:
“Mmm… No sirve, esto ya lo hizo Paul Sinac… y un millón veces mejor.”
“Damn it…” murmuré como respuesta.
Días después, sin desanimarme, traté de inspirarme y hacer algo nuevo, pero el puntillismo, como un pájaro carpintero, seguía puntillándome el cerebro. Así que, para variar, busqué un pincel más grueso y una espátula delgada, y dibujé, con trazos más grandes, un burro esta vez. Al borrico lo iba a plasmar en su máxima expresión artística XXX, pero mi falso pudor pudo más y no me lo permitió. Como sea, al terminar me limpié las manos, los pinceles y las espátulas con un trapo del sobrante de un lienzo, y contemplé mi obra de arte: El bendito Burro.
Cuando llegó mi agente lo miró de orejas al rabo, y tímidamente me dijo, rascándose la barbilla:
“¿Autorretrato...?”
“Fuck you!!!” le respondí.
“Mira, Miguel Ángel… -empezó a decirme el agente, haciendo un gran esfuerzo en pronunciar mi nombre sin insultar al Maestro-… Tienes que crear algo con estilo propio y no imitar a… -y, mirando al pobre burro, balbuceó el nombre de mi mentor de turno-… Monet… u otros”.
Cuando el agente se marchó, cerré mi taller de pintura DE ARTE, y escribo “de arte” en mayúscula para que no se confundan y piensen que allí arreglo y pinto autos viejos o chocados, no, no, no. Bien, pero les decía que cuando se fue el H de P, quedé sumido en una depresión muy brava. Cerré mis ventanas y corrí las cortinas porque la luz del día me mortificaba, y así dormí cerca de tres días con sus noches sin poder diferenciarlas, hasta que me despercudí de la modorra y busqué otra solución a mi tristeza artística. Por eso salí a la calle y me fui directamente al bar de la esquina, cuyo rótulo a las justas decía: “Contra…tura” en donde se había desdibujado la sílaba intermedia “cul”, la que nunca arreglaron porque así la confundían con la “na”, lo que comenzó a traer más clientes. Este era un antro etílico en donde se reunían poetas, pintores, escultores y otras alimañas subversivas al aseo y los parámetros de la urbanidad, para ahogarse mancomunadamente con el licor más barato y mortal, y divagar acerca de sus desventuras creativas. Por una fuerza instintiva, que no comprendía ni me esforzaba en hacerlo, tenía el deseo de ahogarme con ellos también, a pesar de que el lugar en sí me repugnaba. Eso sí, antes de entrar a esta pocilga de artistas, ajusté bien la hebilla de mi pantalón y el cierre de mi bragueta, porque allí, luego de unas copas, algunos susodichos se ponían muy afectuosos y, cambiando de arte, quería practicar el sodómico arte culinario o lingüístico… fuchi!!!
Al día siguiente desperté en mi cama, sin saber cómo demonios había regresado, con un dolor de cabeza, la de arriba, por si acaso me malinterpreten, y una fuerte presión en la de abajo. Entonces la conciencia me vino como un rayo y abrí los ojos pensando lo peor, y descubrí un bello rostro de mujer frente a mí,  dormida, quien tenía aún atrapada mi pincelito en su pretendido intento de devorarme, antes de quedarse dormida. ¿Dije mujer? Sí, pero no me constaba. Así que, con sospecha y cierta repulsión, me liberé de… ¿ella?, ojalá, y fui a constatar para salir de la duda antes de bañarme con gasolina.  "Uf" suspiré, ya que lo que vi me agradó. No tanto por lo explícito y exquisito del panorama, sino porque la bella era realmente bella.
Contento de haber despejado la repentina incógnita, me levanté y fui a darme un baño de ducha fría, luego preparé café y huevos revueltos con papas fritas y chorizos.
Cuando estuvo todo listo, mi hermosa fémina se hizo presente en el comedor, con el cabello aun húmedo del baño y totalmente desnuda, en un ambiente muy natural, que a mí me produjeron muchas ideas ¿pecaminosas? No, sino artística. Sí, allí, frente a mí, estaba no solo la fuente de mi inspiración, sino mi modelo también.
Tan pronto terminamos el Brunch, "desayuno tarde" para los que no entienden, serví dos vasos de vino y encendí unos cigarros de yerba bendita. Yo estaba listo y ella, después de dos chupadas profundas, al cigarro, mal pensados, adoptó todas las poses que le pedí, no, no en mi cama, sino en el taburete del taller de pintura, desnuda y vestida, sumisamente a mis órdenes. Y yo, paleta y pincel en mano, rodeado de múltiples envases de pinturas óleo con los colores primarios, me puse mezclarlas en mi paleta y a pintar muchos lienzos de diversos tamaños y texturas.
Pinté como un loco, limpiando mis manos, mis brazos y mi cara manchados con los óleos, además de los pinceles y espátulas de diversos tamaños cada vez que quería mezclarlas para lograr un nuevo color y tonalidades. Así, extasiado por el licor de la adrenalina de la creatividad, pinté una mujer desnuda tendida sobre en un cómodo sofá y que reposaba sus manos detrás de su cabeza. Hice otra a cubitos de colores acompañada de tres músicos. A otra la retorcí al lado de un reloj doblado colgando de la rama de un árbol. Otra más, la dibujé con el rostro asustado, con sus manos en ambas mejillas, cuando cruzaba un puente; muy parecida a la imagen distorsionada de un espejo malogrado. También hice otra en donde mi bella modelo tenía un cuello largo como de una jirafa. No me gustó. Entonces, finalmente, vestí a la modelo, le puse un collar de perlas y al dibujarla como un retrato, solo alargué su cuello.
No sé cuándo terminé de pintar, solamente recuerdo que mi paroxismo creativo terminó en el vientre de ella… y quedé dormido.
Al día siguiente, mi adorable modelo se había marchado, no sin antes haber arreglado todo con un meticuloso aseo. Los envases de pinturas estaban en orden. Mis cuadros iban de acuerdo al tamaño del lienzo, colocados del más grande al menor, mis pinceles y paletas muy limpios, e incluso, hasta el trapo de limpieza estaba en un caballete.
Cuando mi agente llegó, se paseó por el taller, parándose frente a cada cuadro de pintura para observar detenidamente, mientras yo aguardaba como araña colgada de la cúpula de la Sixtina.
“Este no sirve… Goya ya lo hizo. Este tampoco… Picasso ya lo hizo. Este, menos… Dalí ya lo hizo. Este… luce como una extraterrestre asustada… Mmm, ya lo hizo Munch”.
El bendito agente sabía bien su trabajo o mis trabajos era más obvio que perra en celo. Pero aún quedaba lo que yo consideraba mi obra monumental: la mujer del collar y el cuello largo.
“Mmm… -le escuché susurrar al agente, y pensé que era el sonido del aprecio, pero cruelmente dijo-… Este, este… es un Modigliani: Miguel Ángel, por favor…”
El agente iba a continuar hablando, despotricando de mi creación artística, haciendo trizas el poco orgullo que me quedaba, pero se quedó callado, mudo, y con los ojos muy abiertos. Este había dado unos pasos hasta llegar al frente del caballete en donde pendía el trapo de limpieza de mis manos y pinceles. Y allí, con los ojos desorbitados al punto de salir y caer, se hincó de rodillas, me miró con la boca abierta y balbuceó:
“Maestro, maestro Miguel Ángel, con esta pintura superas a Jackson Pollock… -y mirando al cielo levantó los brazos para decir fervorosamente-… Dios mío, te agradezco que me enviaras a un genio y sea yo quien lo descubriera”.
Así, después, busqué quién era este bendito Jackson Pollock y sus pinturas, porque mi rudimentario y superficial conocimiento del arte empezaba y moría en los maestros clásicos, y encontré lo que jamás podré entender, pero sí respetar.
Uds. no van a creerlo, pero me dieron varios millones de dólares por el trapo sucio. Así, seguí pintando lo que me gustaba y expresaba algo para mi entender, pero con un máximo cuidado guardaba los lienzos de limpieza; los que periódicamente mi agente recogía para exponerlos y venderlos.
 Pintura de Jackson Pollock...
Nota: Era muy obvio que este Miguel Ángel de marras se aprovechaba del mercado que le ofrecía una moda, y pertenecía a esa gran masa de la población que no lograba percibir el universo subjetivo que nos rodea. Del que solo unos pocos, relativamente, pueden acceder y, por lo tanto, disfrutar verdaderamente. Algo así como lo eternizó Modigliani, mucho antes del boom de lo que hoy vemos en el arte plástico: “Cuando conozca tu alma, pintaré tus ojos” o “¡Pinta lo que nadie ve!”.
Para entender a Pollock les recomiendo ver...
                                                                                                                                     DAN YUVONE


sábado, 20 de agosto de 2011

“Untitled”… La película.


Hace unos días hice un alto en la tarea de escribir mi nueva novela y vi esta película, “Untitled”, por cable y en un canal que poca gente ve, el mismo que suelo merodear de vez en cuando en busca de una evasión de las estruendosas producciones hollywoodenses. Ah, pero no me malentiendan por lo que digo en esta introducción, porque tampoco pertenezco al selecto grupo de la élite intelectualidad esnobista, la que no comprendo al fin y al cabo.
La película me gustó porque trataba de un tema que siempre aparece en mi pensamiento cuando veo el Arte moderno, contemporáneo, de estos días o como quieran llamarlo, expresada en sus diversas manifestaciones como en la escultura, la pintura, la música o inclusive en la poesía. Arte que, en mi opinión, es un reverendo adefesio, por no decir una grosería. Muchas veces he observado cuadros pintarrajeados, esculturas en hierro, concreto o madera, pequeñas y colosales, que califico como simple &@&@, y además escuchado un conjunto de sonidos “sin ton ni son”, las que nunca pueden ser interpretadas dos veces de la misma manera, tarareadas o siquiera silbadas ya que carecen de melodía alguna, sólo con el propósito de poder entender o adivinar lo que el artista quiere transmitir a mundo. En este punto quiero confesar que soy un tremendo ignorante y falto de sensibilidad artística para poder apreciar ese arte… porque le doy el beneficio de la duda y reconozco mis limitaciones.
La película me gustó, porque me hizo ver lo variado y contradictorio que puede ser el espíritu humano, especialmente de aquellos que no encajan en el llamado comportamiento estándar de la mayoría de la población o el estereotipo que hemos creado, reflejando así lo tortuoso y torturante que puede resultar ser un alma diferente en el mundo y al expresarse en el arte. 
Felizmente, el director de la película, Jonathan Parker, no es un “tipo de esos, como sus protagonistas,” y desarrolla la historia con comicidad, orden y fluidez, lo que hace que la película sea entendible, entretenida y, especialmente, apreciada. Actúan allí Adam Goldberg, Marley Shelton, Vinnie Jones, Eion Bailey y otros. Mírenla, si tienen la oportunidad, se lo recomienda un ignorante del Arte Contemporáneo.

viernes, 22 de julio de 2011

EL PLANETA IOK-1

La cabina de mando era espaciosa, contaba con tres únicos asientos ubicados frente a tres pantallas grandes que permitía ver el espacio sideral en la medida y cercanía que escogieran los que controlaban la nave. En ella estaban el comandante de vuelo y sus dos asistentes sentados a ambos lados de él. Además, a su alrededor, habían otras cinco personas que ejecutaban las órdenes impartidas por quienes guiaban la nave intergaláctica, además de prever lo concerniente a la seguridad y control efectivo de todos los mecanismos digitales de ella; el resto, lo controlaba las sofisticadas computadoras bio-robóticas
Hacía solo unos instantes que la nave había sido tele-transportada, desde un remoto planeta del sistema de la estrella: δ Orionis (Mintaka), de la constelación de Orión, ubicado a 915 años luz, hasta las proximidades del borde del sistema solar de la Tierra, en la brevedad de un segundo.
“Mira, allí está…” dijo Zeus, comandante en jefe de la nave, a sus asistentes, Poseidón y Hermes, apuntando a un planeta azul, el tercero en una fila de otros de diversos tamaños próximos a alinearse perfectamente.
“Que bella es…” exclamó Poseidón, verdaderamente emocionado.
“Tenía muchas ganas de verla nuevamente. Felizmente terminamos de preparar el proyecto Nuevo Génesis en el nuevo planeta de la más antigua galaxia del universo: IOK-1.” Dijo Hermes.
“Estamos en el borde del sistema solar, ahora viajando a la velocidad de la luz… -Les interrumpió Zeus, y agregó-… cuando entremos al extremo de la órbita terrestre reduciremos nuevamente nuestra velocidad… y desde allí nos tomará menos de un minuto en llegar y entrar a la atmosfera terrestre”.
Los asistentes pasaron las palmas de sus manos a escasos centímetros de una consola, respectivamente, y los ajustes del viaje quedaron programados.
“Llegaremos exactamente en el momento proyectado. La alineación del sistema solar con el centro de la Vía Láctea está por ocurrir”, anunció Poseidón.
“¿Habrán algunos cambios o eventos cósmicos de último momento debido al fenómeno galáctico?” Preguntó Zeus.
“Lo que ocurra será muy leve y breve, solo afectará al clima y a la prolongación de las auroras boreales del norte hasta el ecuador. En realidad, el evento de la alineación lo hemos tomado solo como una referencia en el tiempo”, respondió Hermes.
“¿Seguirán siendo tan destructivos la especie superior en la tierra?” comentó Zeus.
“Creo que sí. Su tecnología aunque rudimentaria es muy destructiva, pero lo sabremos definitivamente dentro de poco, cuando escaneemos el planeta… -y cambiando de tema, Poseidón anunció-… Estaremos entrando a la órbita terrestre con el solsticio de invierno, no creo que nos detecten sus radares… Vamos a reducir la velocidad… ahora”.
“Hace poco sacrificaron a un emisario nuestro, creo que lo crucificaron…” comentó Zeus mientras miraba los controles de mando.
“Tres segundos para entrar a la atmosfera de la tierra…” Dijo Hermes a la vez que accionaba a la distancia un controlador del movimiento para evitar el cambio que se produciría por la entrada de la nave a la densa atmosfera a velocidad supersónica.
En el cielo se vio una gran explosión, como un relámpago y, a pesar que era de día, los continentes de Europa, áfrica y América se iluminaron aun más, escuchándose luego una gran explosión. La nave espacial había entrado a la atmósfera y había provocado tal evento, y esta siguió viajando como una bola luminosa alrededor de la tierra, de tal manera que todos sus habitantes pudieron verla.
Millones de personas de todas las razas, países y continentes se postraron de rodillas y pidieron perdón por sus pecados convencido de que el anunciado y tan esperado momento del fin del mundo había llegado.
“Allí, allí viene el ángel justiciero a separar a los justos de los pecadores…” Gritaban millones de asustados y fervorosos creyentes al mirar la radiante bola luminosa cruzar el cielo y provocar eventos catastróficos como terremotos, inundaciones y tsunamis, según el caso, a su paso.
“¡Oh, dios mío, sálvame, lleva mi alma contigo…!” gritaban millones de fieles al borde de la muerte, creyendo ver a los jinetes del apocalipsis en el cielo.
“Suficiente, eso es todo. Tenemos suficiente aura para el Proyecto Nuevo Génesis” anunció Zeus.
“Nos vamos, pero regresaremos en un nuevo alineamiento planetario” dijo Hermes.
“¿Seguirán creyendo que somos dioses?” preguntó con curiosidad Poseidón.
 “No lo creo, porque han mejorado su tecnología y fuimos detectado por sus radares” sentenció Zeus.
Y así, tal como apareció la nave espacial, desapareció del cielo con un gran estruendo acompañado de destellos luminoso de todos los colores.
“Los extraños fenómenos y catástrofes sufridos por el alineamiento planetario, anunciados para el 22 de diciembre de 2012, han terminado…” anunciaron los científicos de las naciones más desarrolladas, a sabiendas que había sido un OVNI el que lo provocó. Y esta noticia, una vez pasada la alteración de la sobrecarga magnética, fue repetida para todo el mundo por la TV, radio y diarios.
“Dios nos ha perdonado y concedido una nueva oportunidad para mejorar…” Anunciaba el santo padre frente la presencia de miles de fieles congregados en la plaza, a pesar de no haber recibido ninguna comunicación de los visitantes.
Solo los “locos o chiflados” de siempre dijeron que el fenómeno experimentado había sido provocado por la visita de los extraterrestres en sus OVNI y que tenían pruebas, aunque desconocían los motivos de su visita… pero fueron muy pocos los que les creyeron.
Así, empezó la etapa del éxodo del hombre a su nuevo hogar: el planeta IOK-1, en la galaxia más remota del universo.
A la tierra solo le quedaban 50 años de existencia antes de su destrucción, no por una catástrofe natural ni castigo de dios sino por la misma mano del hombre… Pero los mismos seres que la cultivaron antes, hoy empezaban a mudarla, no los cuerpos sino las almas.

LOS VIAJES ASTRALES… ¿FICCIÓN O REALIDAD?

Autor... Michaelangelo Barnez Para empezar diré que los Viajes Astrales son experiencias extraordinarias en donde el espíritu, alma, ánima...