viernes, 5 de junio de 2009

LA PESADILLA


Dormíamos plácidamente cuando de pronto desperté al escuchar pasos subiendo la escalera, afuera del dormitorio. Estos cesaron exactamente al otro lado de la puerta. Yo, a pesar de estar paralizada, temblaba de miedo. Una corazonada me decía que no era un ladrón sino algo mucho peor y… maligno. Yo sudaba copiosamente e hice un gran esfuerzo para vencer la parálisis en que me encontraba sumida por el terror, así pude apenas tocar la espalda de mi marido para despertarlo en busca de ayuda. Pero sólo obtuve de él un espeluznante quejido como respuesta. Entonces salté de la cama y tomé el teléfono para llamar a la policía, pero lo que vi al lado de la puerta del dormitorio me heló la sangre: una niebla había atravesado la puerta y se materializó dentro del dormitorio en la forma de un hombre. Este vestía sombrero de ala ancha y capa, todo de negro, en donde lo único que resplandecía era la palidez de su huesudo rostro. No, no era un monstruo. A decir verdad hubiera preferido que lo sea, porque así hubiera tenido la pequeña esperanza de luchar contra él y con el alboroto despertar a mi marido para juntos acabarlo.
Entonces vi que la premonición que tenía se hizo realidad. El hombre de negro sacó algo que ocultaba debajo de su capa y que relució en la oscuridad: una guadaña. Sí, era la Muerte en persona.
Miré a donde mi marido yacía dormido y grité para llamarlo en mi auxilio pero de él sólo escuché otro espeluznante quejido.
“No vengo por ti” le escuché susurrar al recogedor de almas.
“¿Entonces…?” me atreví a hablar en medio de mis temblores.
Y la Muerte giró lentamente su rostro para mirar a mi marido.
Algo extraño pasó dentro de mí, como un escalofrío, al enterarme de que no era yo a quien buscaba, algo que desvaneció mi miedo.
Entonces di un salto y me interpuse entre la Muerte y mi marido.
“¡A él no lo tocas!” le dije desafiante, levantando el rostro, irguiendo el pecho y apretando mis puños.
“¿Porqué no debo hacerlo?”.
“¡Por el amor de Dios!” y elevé el crucifijo que tenía en mi pecho.
“¡En nombre de él vengo!”
“¡Entonces llévame a mí!”
“¡Ya vendré por ti, no lo dudes!”
“¡Entonces le doy mi alma al Diablo a cambio!”
“¡También vengo en su nombre!”
“No puedes llevártelo, lo conocí desde niño y puedo afirmar que él es un buen hombre, un buen marido, un buen padre. Nunca le hizo mal a nadie, nunca… Dale una oportunidad” rogó la mujer y lloró.
“¡La muerte no es un castigo. Todos los días me llevo a santos, vírgenes e inocentes, en medio de la inmundicia!… ¿Porqué no a él?” esta vez su pregunta no lo era, porque levantó su guadaña y lanzó el fatídico golpe al hombre que dormía sin enterarse de nada.
La mujer dio un salto y cubrió a su marido con su cuerpo, justo cuando la guadaña iba a cortarlo. Ella sintió como la fría y afilada navaja penetró su cuerpo… y todo se oscureció en su mente.
De pronto, sus ojos se abrieron y volvió a ver su dormitorio. Ella estaba en la cama, sana y salva, al lado de su marido; pronto amanecería.
“¿Habrá sido sólo una pesadilla?” se preguntó en silencio. Entonces se atrevió a tocar la espalda de su marido para despertarlo.
“¡Haaaaaaa!” fue la única respuesta, el mismo alarido del sueño. Ella no esperó más, volteó a su marido con cuidado, miró sus ojos y los vió totalmente rojos.
De un salto alcanzó el teléfono y llamó a los paramédicos. Estos llegaron en breves minutos, le hicieron un examen de emergencia y decidieron llevárselo al hospital: el hombre sufría un ataque al corazón.
¿Habría peleado la mujer contra la Muerte? ¿Habría desviado con su cuerpo el golpe mortal de la guadaña? Nunca lo sabremos, pero si ese fuera el caso los doctores y las medicinas hicieron el resto.
“Amor, tuve una pesadilla… Soñé que la Muerte venía por mí” Le confesó el marido a su esposa al despertar en la cama del hospital, luego de salir del quirófano.
“Sí, yo también” y besó sus labios.

martes, 26 de mayo de 2009

YO… ¿AL PACINO?

El pasado 18 de Mayo fue mi cumpleaños y la pasé encamado toda la bendita mañana con soledad, no en una aventura erótica, como cuando tenía 19 años, sino solo y enfermo cumpliendo mis 62’s. No sé sí era por la edad o, ¡Carajo! por la edad, pues ya no hay otra excusa, creo; aunque le quedaba una posibilidad a la jodida pandemia del porcino, porque estaba con fiebre y escalofríos, además de los dolores musculares y de las coyunturas óseas. Exactamente como si me hubiera atropellado un camión o después de haber bailado toda la noche con Shakira “Ojos Así”, sólo la partecita que Uds. ya saben, esa con los cascabeles en la cadera.
Y para reanimarme en la noche me di un duchazo y así recibir a mi mejor amigo, Eduardo, quien venía a visitarme a pesar de haberme negado a recibir a todos los que generosamente me llamaron por teléfono para saludarme.
La cena estuvo deliciosa y la conversación mejor, acompañado de mi nieto Raymond, de mi hijo Ernesto y de su esposa Rocío, quienes se encargaron de todo, y además mi amigo.
Pero después, tan pronto me quedé solo, como si hubiese tenido un contrato con la enfermedad, el malestar regresó multiplicado por, no sé, me gustaría decir por un infinito para que así nada pueda superarlo más tarde.
Así que, como me creo sabio, por lo viejo, me auto mediqué y tomé 1000 mgs de Paracetamol, y los dolores y el malestar general desaparecieron.
¿Que querían que haga si estaba en el Perú? ¿Que vaya a Emergencia pasada la medianoche y regrese a mi casa con algodones en los orificios nasales, oídos y otros, y en una caja de madera por una simple gripe? ¿O, en el mejor de los casos, me secuestren y pongan en cuarentena en una pocilga de hospital estatal acusado de portar la “Porcina”, salir en todos los noticieros del día siguiente, para que luego el gilipollas Ministro de Salud se disculpe por la falsa alarma? ¿O llame al Doctor a esa hora para que me recete 1000 mgs de Paracetamol y me cite a su consultorio al día siguiente? “No way José”. Así que, calculando el mal menor, que ahora esta de moda, opté por tomar las dos pastillas y luego me fui a dormir como bebito recién bañado y repleto de leche. Como ven, ya no estaba en mis cabales.
Al día siguiente, temprano, porque no estaba dispuesto a repetir el paliativo sino a curarme, fui a ver al doctor. Y así fue, estrictamente a la letra, yo lo vi pero él no vio nada en mí, a pesar que a esa hora ya todo el malestar había regresado. Me pidió que abriera la boca para verme las amígdalas, me auscultó con su estetoscopio el pecho y la espalda, y yo me dije para mis adentros: “Carambas, este joven doctor esta siguiendo la rutina médica... Él sabe...”, luego tendría que tragarme mis pensamientos.
El Doc me dio unas palmaditas en el hombro y me dijo: “Señor Michaelangelo... Ud. No tiene nada...”
Si el asunto era acerca de dinero hubiera acertado, pero no.
“¿Nada? ¿Nada de qué, Doctor?”
Y sonriendo me dijo muy comprensivo “Ud. está sano... Pero quizás el cumplir 62, como me contó, lo haya deprimido y crea que tiene los síntomas que me dice. Pero como psicoterapia le voy a recetar que tome 1000 mgs de Paracetamol cada 8 horas si es necesario, es inofensivo” y sonriendo me alcanzó la receta. Yo lo miré a los ojos, sonriendo también, pensando: “Fuck you!!! por eso muere tanta gente... en manos de semejantes doctores”
Claro que las pastillas me iban a calmar el malestar, eso lo sabía desde chiquito, pero no era lo que esperaba del matasanos quien fue a una universidad por casi diez años a estudiar una carrera médica; era como si un Ingeniero Civil le dijese a un grupo de albañiles lo obvio: que el concreto va endurecer después de unas horas de vaciado.
Sabía que la droga recetada no me iba a curar, pero, lo peor de todo es que aún no sabía lo que tenía. Así que me fui a ver otro doctor porque, terco yo, sigo creyendo en la ciencia medica aunque desconfíe de mis congéneres.
“Hello… Michaelangelo” me dijo el doctor como saludo de bienvenida, después de haber estado esperando 30 minutos en la antesala de su consultorio. Claro está que en ese intermedio tenía que llenar la ficha médica con mis datos personales, los que fueron del conocimiento del matasanos antes de atenderme.
“Are… you… from… Long… Beach”, agregó balbuceando en un inglés rudimentario.
A lo que respondí en ingles, breve y fluido, lo cual no fue entendido por el galeno. Así que prefirió dar por terminado su intento.
Entonces agregó, más afable y cortes “¿Es Ud. Peruano?”
“Si, doctor, soy más peruano que el Pisco” Contesté tratando de mostrar ánimo, ya que no había vuelto a tomar los calmantes con la intención de que el doctor me viera realmente tal como estaba, y evitar así un mal diagnostico.
Entonces, así, con fiebre y escalofríos, y con los malditos dolores de huesos y musculares, me atreví a bromear; que más me quedaba después de los $30 dólares pagados al veterinario gilipollas anterior y los otros $30 al doctor de ahora.
“Doctor… Soy tan peruano que me dicen ‘Vikingo’…” le dije de manera afable.
“¿Vikingo?...-repitió intrigado y añadió-… Bueno, por la barbita y la cola de caballo que lleva como…”
“No doctor…-le interrumpí, y agregué-… me dicen vikingo porque creen que soy un cruce de vicuña con gringo”.
“Ja, ja, ja” rió el galeno y por un instante me olvidé de mis males.
“Que gracioso es Ud. mi amigo” me dijo tratando de calmar su risa.
“Doctor, sólo le estoy diciendo la verdad” y me mantuve serio, que es la mejor manera de contar un chiste, y agregué: “Pero creo que no es justo, porque de gringo no tengo nada, sólo mi cuenta bancaria”
“Pero Ud. luce como un extranjero, debe ser por los años que vive en… ¿Lon Twist…?”
Y tuve que contener la risa para no avergonzarlo.
“Long Beach, doctor, en California… -le corregí amablemente, e inmediatamente le dije-… Pero haciendo más justicia de mi identidad étnica, me dicen Alpachino”
“Ajá… Ya sé, porque te pareces al actor de “Caracortada ¿no?”
“Ya quisiera doctor, pero la realidad es otra, me dicen Alpachino porque soy un cruce de Alpaca con Chino”
El doctor sorprendido rió hasta toser, y tuvo que salir de su consultorio porque se orinaba ante la presión de querer reprimir la risa provocada de una manera tan repentina.
El galeno regresó después de unos minutos mostrando un rostro afable, en el que podía ver que se había lavado la cara para relajarse, controlar la risa y proseguir con su trabajo.
“No esperaba reírme tanto… -me dijo, y agregó mirando la ficha medica-… y menos de un paciente que tiene 40 de fiebre”
“Doctor, sólo por estos instantes he olvidado la fiebre y los dolores”, le dije y me propuse no decir más bromas.
“Bueno, déjeme decirle algo: ‘la risa es el mejor remedio’, y Ud. se está curando… Por favor abra la boca…” Y el doctor prosiguió con la rutina médica.
Efectivamente, yo estaba con una bronquitis “de los cojones” que para combatirla necesitaba más inyecciones y pastillas de antibióticos que mis bromas y las carcajadas que me iban a producir los pinchazos en mi culo del matador o banderillero que fungía de “enfermero”.
¿Y hoy estoy sano? No. Aún no, pero estoy luchando por sanar.
Al tomar mis medicinas me concentro con la mejor actitud de fe, auto sugestionándome, pensando cada vez que las tomo en que las benditas medicinas me van a sanar, porque realmente creo en el poder mental… ¿Poder mental? Veremos. Ya van cinco días... y ojalá que todo esto sea real y no la ilusión de los últimos estertores de mi mente desde una tumba.

miércoles, 20 de mayo de 2009

VEJEZ, JUVENTUD Y REBELDÍA

Realmente, no sé cuantas veces se ha escrito sobre el mismo tema una y otra vez. Sin embargo parece que cada generación necesita recordarlo de vez en cuando. Especialmente cuando el que escribe pertenece a la que se va.
Veamos lo que aprendí de muy joven:
“Don’t criticize what you can’t understand…” Bob Dylan.
“No critiques lo que no puedes entender…”

“In this great future you can’t forget your past…” Bob Marley.
“En este gran futuro no puedes olvidar tu pasado…”

“Generation that forgets his past will make the same mistake…” David Yallop.
“Generación que olvida su pasado cometerá los mismos errores…”

“You may say I’m a dreamer, but I’m not the only one…” John Lennon
“Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único…”

Resulta casi una tautología decir: que lo que somos hoy es el resultado de lo que fuimos ayer; sin embargo mentes marchitas desde su nacer, que pululan por el alrededor, no lo entienden.
Que yo recuerde, ser joven es muy hermoso, porque la vida nos da la oportunidad de aprender y hacer muchas cosas por primera vez, y la experiencia gratificante que se siente jamás será la misma así recorramos los mismos pasos una y otra vez.
Para quienes duramos algo en este mundo nos resulta muy agradable ver a la gente joven errar y aprender, caer y levantarse, simplemente porque nos vemos reflejados en ellos.
Sin embargo he visto muchos viejos intolerantes, amargados de la vida y dispuestos a amárgasela a todos quienes lo rodean, en su casa, el trabajo o la calle, si encuentran la oportunidad, y me pregunto: ¿De dónde vendrán? También he visto “jóvenes viejos” que ni siquiera llegan a los 30 años y ya han congelado sus espíritus en el futuro tiempo de la decrepitud, mientras sus lozanos cuerpos siguen el curso inexorablemente hacia lo que mas odian o temen, y al que con “mala suerte” llegarán. Recuérdenlos… porque esos son los viejos que luego joden a todos los jóvenes de verdad, en espíritu y edad.
“Old man looks at my life
I’m a lot like you were…” Neil Young.
“Viejo, mira mi vida
Soy muy parecido a como tu fuiste…”

De niño fui travieso hasta el delirio, dolor de cabeza para mis padres y profesores, pero siempre me quisieron porque nunca fui ofensivo. De joven y estudiante universitario, romántico y de izquierda, y hoy, viejo pero no marchito, no soy bombero de mis jóvenes ideas y mantengo la esperanza por un mundo mejor.

Yo… Un viejo entusiasta, a punto de celebrar sus 62avo aniversario.

lunes, 30 de marzo de 2009

“TE VERÉ EN SUEÑOS”… UNA CONSPIRACIÓN LITERARIA.

Hace un tiempo la novela “Te Veré en Sueños” empezó, literalmente, a rodar como la copia simple mimeografiada del manuscrito original, de mano en mano, en un círculo muy reducido de mis familiares y amigos en el Sur de California. Quienes al leerla no comprendían el porqué no era acogida por alguna Editora importante, especialmente si estas dicen estar a la búsqueda de obras de interés general; aunque siempre creí que sus opiniones estaban parcializadas por el vínculo que teníamos. Sin embargo, estas copias, por iniciativa de ellos, se extendieron más allá de aquel pequeño círculo, mientras yo hacía esfuerzo de atraer alguna atención de los agentes literarios enviando cartas y resúmenes de la misma… Sin conseguirlo.
No obstante, luego de un tiempo, empecé a recibir numerosos emails de gente desconocida que habiendo leído el manuscrito me pedían una versión formal, es decir, el libro de la novela, y yo, además de agradecer su pedido, les confesaba avergonzado que aún no salía a la venta. De esa manera “Te Veré en Sueños” había cobrado vida propia. Hasta que por fin una remota editora de mi país de origen, “San Marcos”, en Lima-Perú, se animó a correr el riesgo de la publicación.
Fue así como la limitada primera edición de “Te Veré en Sueños” se esparció por el sur de California y la ciudad de Lima-Perú, e inclusive, rebasando las limitaciones de su distribución, llegó como las gotas de una lluvia de verano a algunos países hermanos de América Latina y España, hasta agotar su primera edición.
Les remarco, desde el día que el manuscrito salió de mis manos parece que ésta cobró vida propia y fue pasando de mano en mano como si fuera una versión clandestina, underground, y por el tema como una conspiración de amor y vida. Generando a la vez una hermosa y reciproca amistad Autor-Lectores.
De esa manera pude comprobar, más allá del círculo familiar y amical, que la novela era una hermosa y extraordinaria historia de lo que comúnmente creemos imposible… y así, libro y tema, se fue divulgando como una Conspiración Literaria a pesar de no tener ningún aviso o espacio comercial en ningún medio de la Prensa, Radio o Televisión.
Me parece que debo respetar el espíritu de la novela y la manera como los lectores la han ido difundiendo, y al haberse agotado la primera edición hoy podrá encontrarla en cualquier parte del mundo en las librerías virtuales de LULU.com, Amazon o Barnes&Noble… Aunque jamás verán un Anuncio publicitario de ella en la Televisión o aviso comercial en ningún periódico… Mantengámoslo así, con cariño, casi como algo secreto, rodándola de mano en mano, de boca en boca, de email a email… Como una Conspiración Literaria llamada: “Te Veré en Sueños”.
Gracias amigos.
"TE VERE EN SUEÑOS"

sábado, 10 de enero de 2009

Acerca del genocidio Palestino.

Seré breve... Creo que todos conocemos lo que las noticias nos informa acerca del problema Israel-Palestina, por lo tanto diré que lo que viene sucediendo hora tras hora en la franja de Gaza es horripilante. Creo que nunca antes en estos últimos cincuenta años el pueblo palestino ha sufrido un ataque tan feroz como el que viene soportando hoy. Actos tan inhumanos que a no dudar corresponden a un genocidio en un largo proceso que llega al nivel de Holocausto.

De niño mi alma quedó profundamente marcada cuando supe, por películas, del holocausto judío, perpetrado por las hordas nazis; así ambas palabras "Holocausto y Nazis" quedaron unidas para identificar el magnicidio y sus autores. Pensé que nunca tendría la desgracia de vivir una época como la descrita, sin embargo hoy los videos, fotos y declaraciones de periodistas y testigos presenciales de lo que está sucediendo en la franja de Gaza, me dicen que lo mismo o peor está sucediendo delante de todos nosotros.

La tecnología de hoy en países como Israel, además del trabajo de inteligencia, permite saber quien es quien en cada casa y edificio del pueblo palestino, y bombardear escuelas, hospitales y locales de las Naciones Unidas no son casualidades, ni tampoco la muerte de decenas de periodista por francotiradores israelíes, menos aun a ambulancias y camiones de las NU plenamente identificados. Actos de barbarie que no pueden ser considerados como accidentales por mas que sus lideres traten de negarlo por la televisión. Eso solo me hace recordar que los nazis nunca aceptaron sus crímenes de guerra, siempre afirmaron que lo que hicieron fue por defender su patria, su estado, su pueblo; los mismos argumentos que hoy usa los lideres de Israel.

¿Y los del Hamas? Ellos son una banda de terroristas legitimadas por la barbarie sionista.

Hoy en mi elemental criterio quedarán grabados los Nazis y los Sionistas como la misma horda de genocidas.

Pero lo que no puedo entender es el porqué un pueblo que sufrió el holocausto perpetrado por los nazis hoy acepta lo que sus Lideres repiten con el pueblo palestino.

Lo que no puedo entender es que si hace años el holocausto judío nos aplastó el corazón, hoy no podamos detener el que está sucediendo.

Exijamos la paz y también un juicio a los actuales lideres de Israel por genocidio.

LOS VIAJES ASTRALES… ¿FICCIÓN O REALIDAD?

Autor... Michaelangelo Barnez Para empezar diré que los Viajes Astrales son experiencias extraordinarias en donde el espíritu, alma, ánima...