MAMÁ, EN EL COLEGIO
ME ESTAN DICIENDO BITCH!!!
De Michaelangelo
Barnez
“Mamá,
en el colegio me están diciendo bitch, por culpa de mi hermano!” Gritó Julieth,
la adolecente de 14 años, al entrar a la cocina de su casa, apenas llegó del
colegio.
“Mammm!!!”
Gritó su hermano Brady, de 15 años, detrás de ella.
Ambos
adolescentes estudiaban, no en uno de los más, sino, del más caro de los
colegios de Lima.
Su
padre, próspero ingeniero, era el más rico empresario de la minería en el
Perú y poderoso en influencias políticas, debido a que contribuía con las
campañas en las elecciones generales para Presidentes y Congresistas con
cuantiosas aunque subrepticias donaciones de millones de dólares.
Su
madre, abogada, era dueña de una muy poderosa Firma Consultora Integral desde
donde ejercía los lobbies para lograr los contratos con el Estado para sus
clientes. Con un excelente equipo de abogados jóvenes inescrupulosos, además de
otros viejos zorros, ella se dedicaba a las relaciones públicas entre las
empresas nacionales y extranjeras licitantes y el Estado, en cocteles y ágapes;
sino la pasaba en casa, la peluquería o con sus amigas.
Ambos
solían ser muy exigentes con sus contadores, porque eran verdaderos cumplidores
con sus obligaciones tributarias a la SUNAT. Sin embargo, la verdadera riqueza
de la sociedad familiar estaba en los Bancos de los paraísos fiscales, con
empresas y transacciones de cuentas offshore.
“Mammm!!!”
Volvió a gritar Brady detrás de su hermana para bloquear lo que ella decía.
Pero ya era muy tarde, su madre ya había oído la palabra “bitch”, y con el
cucharón de palo en la mano amenazó a su hijo “Cállate, y déjame oír a tu
hermana…!” y le entregó el cucharón de palo a quien de verdad cocinaba en
su casa.
“Mamá,
Brady me gritó bitch en el recreo!!!...-le contó la adolescente de rostro
virginal-… y ahora todos me gritan bitch en el colegio!”
A
la mamá le crecieron los ojos y sus fosas nasales se dilataron, montando en ira
“Oye, cuantas veces te he dicho que no hables grosería y menos con tu
hermana!”.
“Pero
mamá, tú no sabes lo que hecho ésta bi…- Pero Brady, al ver que su madre alzó
la mano amenazadoramente, se abstuvo de terminar la palabra, y continuó-… mamá,
la Julieth se pasa todo el recreo enviando textos y hashtags a gente que ni
conoce!”
“Mamá,
todo el mundo lo hace en el salón!” Replicó Julieth.
“Mamá,
tú sabes que la Julieth tiene su enamorado y él es mi mejor amigo, pero ella
está coqueteando con un negro!”
“Mamá…!”
exclamó Julieth con intenciones de llorar para evitar que su mamá se entere.
Pero
Brady estaba decidido a contar todo. “Mamá, la Julieth chatea con el negro
Farfán…!”
Pero
Julieth le interrumpió, “Mamá, eso no tiene nada de malo, él es un gran
jugador!”
“Pero
la Julieth le manda besos, mamá, al negro, sin pensar en las babas de ese
bembón!!!” gritó Braddy muy molesto.
“Maaa,
todas mis amigas del salón lo hacemos, es solo un juego!”
“Pero
tú tienes tu enamorado, cojuda!” replicó Brady
“Ya
ves, mamá, como me trata Brady!”
“Claro,
bitch!!!” esta vez Brady no pudo aguantarse.
“Hijo!!!”
Terció la madre, indignada del vocabulario de Brady.
“Sí,
mamá. Cuando el negro le dijo que quería besar sus labios, la Julieth le
respondió…!” pero Brady no pudo continuar porque recibió una tremenda cachetada
en la boca, lanzada por Julieth.
Esta
vez la mamá tomó en serio la pelea de sus hijos y agarrándolos con fuerza de
sus brazos los llevó a ambos casi a rastras al living de la casa, avergonzada
de que la cocinera escuche y se entere de más detalles del escándalo.
Una
vez allí los conminó a sentarse y no moverse, porque estaba decidida a saber lo
que pasaba.
Entonces
Julieth se puso a llorar, pero su mamá no se dejó manipular por el llanto de la
chiquilla y la ignoró.
“A
ver, Brady, que más pasó?” preguntó su mamá muy seria.
“Pucha,
ma, no vas a creer y te vas a molestar conmigo, ma!” Brady también estaba
asustado por la severa actitud de su madre.
“Carajo,
me vas a contar todo, de una vez, sino vas a tener un problema bien grande con
tu padre!”
“Ok.
ma, la Julieth dijo…!”
Pero
Julieth volvió a interrumpir con sus lamentos “Ay, qué desgraciada soy, me
quiero morir, me quiero morir…!!!”
Pero
la mamá no le hizo caso y le plantó la mirada a Brady.
“Entonces,
qué dijo…!” y Brady vio que la cara de su mamá creció hasta bloquearle toda su
visión.
“Ma,
la Julieth le respondió al negro: ‘A mí no me vengas con que quieres besarme… A
mí, vienes y me lo das… Y si lo haces, te la chupo!’ ” y tan pronto lo dijo,
Brady se cubrió con los brazos instintivamente temiendo que su mamá lo golpeara.
“QUEEE!!!”
dijo la madre, totalmente indignada y a la vez consternada por lo que acababa
de oír, entonces miró a su hija, a su virginal hijita, imaginando
morbosamente la peor escena que le podía pasar como madre; justo cuando Julieth
reaccionando dijo: “Ma, pero no es lo que tú crees, lo que dije es solo un
meme!!!”
Pero
Brady echó más gasolina al fuego “Te das cuenta, ma, al negro, al
negro!!!”
“Ma,
yo me refería a su jeta, ma, a la jeta del negro, y solo era un juego, que
jamás sucedería, ma!” suplicó en llantos Julieth, delatándose que sabía el
pensamiento de mamá.
La
mamá abatida por el stress cayó sentada en el sofá, cerró los ojos por unos
minutos, en que reinó un absoluto silencio; estaba indignada del juego que
hacía su hija, y ella sin saberlo, pero luego se auto consoló pensando,
“Felizmente solo ha sido un juego virtual!”.
“Vayan
a cambiarse el uniforme y báñense, luego bajen a cenar… y no quiero que se
hable más del asunto, ¿entendido?!” reaccionó la mamá y los hijos asumieron que
ya todos regresaba a la normalidad, como si nada hubiera pasado “Esa es
mamá!!!” pensaron ambos al unísono, haciendo muecas con guiño de ojo, lengua y
dedo pulgar arriba y todo.
Y
los adolescentes asintieron con la cabeza y se fueron a sus habitaciones, pero
en el camino Julieth volvió a enseñarle la lengua a su hermano en señal de
burla. A lo que Brady respondió enseñándole el dedo medio y un mudo “Bitch”.
En
la noche, mamá le contaría al padre lo sucedido, porque siendo sus hijos ya
adolescentes podían cometer un terrible desliz y era mejor prevenir que
lamentar; sí, ellos eran muy serios con respecto al cruce de razas, no lo
toleraban en absoluto, aunque nunca decían nada en público.
Pero
antes hubo algo que a la mamá le molestó mucho, algo que sucedió después de la
cena, cuando al pasar por la habitación de la abuela, “sin querer queriendo”,
escuchó la conversación que Julieth sostenía con su abuela.
“Sí,
preciosa, escuché todo desde aquí arriba…-Dijo la sesentona, pero hermosa y
bien conservada abuela-… no te hagas problema, ya eres toda una mujer, libre y
bella y vas a tener muchos hombres en tu vida, así que, que digas o hagas lo
que quieras con quien quieras es parte de ti y solo te concierne a ti y nadie
más!”
“Pero
ahora ya perdí a mi enamorado, abuela!”
La
abuela volteó los ojos y dijo “Cuántas veces tengo que decirte que no me llames
abuela. Bueno, pero en fin, que pierdas un enamorado no es cosa del otro mundo.
Te repito, vas a tener todos los hombres que quieras en tu vida!”
Pero
Julieth replicó “¿Y el amor, y la lealtad, y la pareja de enamorados de por
vida?”
“Vamos,
Julieth, no seas niña. Deja eso para las poesías!..-Y la abuela soltó una
carcajada-… “Ja, ja, ja!!!...- luego, entornando sus diablillos ojos, añadió-…
yo he tenido tres esposos y muchos maridos en mi vida y a ninguno le he
permitido que me controlé. Siempre hice que yo creía que estaba bien y punto,
el resto no cuenta!”
“Pero
mamá dice que…!”
“Julieth,
yo conozco a tu madre, no olvides que ella es mi hija y te contaré que…” pero
la abuela prefirió callar por unos segundos y darle otro giro a lo que iba a
decir, y añadió-… Mira, a mi edad, de casi 55 años…-Mintió como toda mujer
vanidosa-… estoy más joven y bella que nunca y no sabes cuantos pretendientes
tengo en Facebook; fíjate, mi niña, hace unos meses inicié una relación con
alguien de quien me sentía enamorada por años, pero él era casado, y ahora,
justo anoche lo mandé a rodar por algo muy parecido a lo tuyo, mi hija, lo boté
como si escupiera un chicle, me entiendes? Mira, si ya te dio el sabor que
tenía, para qué estar mascando lo mismo y sin sabor!”
Y
la mamá, afuera, escuchando la conversación estuvo a punto de entrar, pero como
la abuela cayó y dio otro giro a la conversación, prefirió irse a su
dormitorio, de todos modos indignada por los atrevidos consejos que le
daba a su hija.
En
la noche, ya en la cama y con las luces apagadas, ambos, mamá y papá hablaron.
“Me
preocupa tus hijos, Manuel Alberto…-Dijo Paola María iniciando la conversación,
y añadió-… ya son adolescentes y un incidente que ocurrió hoy en el colegio de
los niños me pone en sobresalto!”
“Qué
pasó!” se oyó la gruesa voz de Manuel Alberto.
“No
quiero darte detalles superfluos, Manuel Alberto, pero si ambos ya son
adolescentes significa que el amor llegará a ellos… y el sexo también!”
“Y
cuál es el problema, son jóvenes y eso llega tarde o temprano, no?!”
Y
hubo unos segundos de silencio.
“O
acaso me quiere decir que Brady es maricón o Julieth machona?!”
“No,
no, no es eso, al contrario. A Brady lo veo muy atento con la hija de la
cocinera!”
“Con
la hija de esa serrana grasienta!...-Exclamó Manuel Alberto indignado,
incorporándose de la cama, y se quedó callado por uno segundos, luego añadió-…
la cholita no está mal… y con alguien tiene que debutar mi hijo, no?!”
“Y
si la embaraza?!”
“Yo
voy hacer mi tarea de padre y le diré que siempre use su condón… con la cholita
y con todas aquellas a quien se las tire!” Dijo Manuel Alberto con cierta
arrogancia, volviéndose a recostar en la cama. “Pero tú…- añadió-… te encargas
que la chola escuálida tome la píldora todos los días, diciéndole que son
vitaminas… así quedamos?!”
“Sí…-
respondió Paola María, y añadió-… y con Julieth qué hacemos?”
“Puta
madre, ese si es un problema!” Pensó Manuel Alberto. Luego dijo como
escupiendo, mientras la miraba con el ceño fruncido, “Ese es tú problema,
mujer. ¿Qué hizo tu madre para que no te metieras con ningún cholo de mierda?
¿Algo te habrá enseñado, no?!"
“Ok.
Hablaré más seguido con ella acerca del asunto!” Sí, para Paola María era solo
un asunto a tratar.
“Ahora
vamos a dormir, mañana tengo que viajar a la sierra para convencer a esos
piojosos que la mina les traerá muchos beneficios. Hasta mañana mi amor!” y
Manuel Alberto se dio la vuelta en la cama, dándole la espalda a su esposa.
“Duerme
tranquilo, mi amor, que yo me encargo de los niños, buenas noches y dulce
sueños!”
Solo
pasaron unos minutos para que se empezara a oír los ronquidos del empresario
minero.
Y
unos minutos más, una tenue luz iluminó la mesa de noche del lado de Paola
María y se oyó muy bajito el sonido de la vibración que hacía su celular.
Ella tomó su cel, miró la pantalla y reconoció la llamada, entonces se levantó
sigilosamente de la cama, miró a su marido que roncaba y al verlo muy quieto,
asumió que dormía profundamente, entonces se dirigió al baño.
“¡Pedro,
cuántas veces te he dicho que no llames cuando mi marido puede estar en casa?”
dijo ásperamente.
“Te
estuve esperando, pues, toda la tarde y no llegaste, pues!” respondieron al
otro lado de la línea.
“Es
que tuve un problema y no pude ir, perdóname mi amor!” respondió Paola María
melosamente.
“Si
quieres, lo dejamos allí, pues. Para mí no es problema, pues!”
“No,
no, no, fue mi culpa, no te molestes, mi amor. Mañana nos veremos!”
“Mañana
no hay chamba en la construcción, pues, y voy tener todo el día libre, pues!”
“Y
mi esposo se va de viaje, entonces tendremos todo el día para nosotros, mi
amor!”
“Y
te haré pagar por hacerme perder mi tiempo, pues, mi perra gringa!”
“Sí,
mañana hazme todo lo que tú quieras, mi amor, me gustas cuando estás molesto!”
Y
se oyó el clic de la llamada terminada al otro lado de la línea.
Paola
María, regresó a su cama, su esposo dormía, entonces se echó a su lado y lo
abrazó por la espalda, imaginando a Pedro, el robusto obrero de construcción
que mañana le removería todos los huesos hasta hacerle llegar al
orgasmo.
Temprano
en el aeropuerto de Lima, Manuel Alberto recibe una llamada en su celular, al
momento que caminaba rumbo a la Sala de Espera para el abordaje. “Aló, Pedro!”
dijo amigablemente atendiendo la llamada.
“Aló,
engeniero, ayer no se pudo sacar las fotos, pues, no fue la gringa, pues!”
“¿Entonces?”
“Hoy
sí, pues, hoy sí engeniero, ya arreglé todo y cuando vengas de tu viaje te las
entrego, pues!”
“No
a mí, entrégaselas al abogado, él te pagará, Ok?” y el próspero ingeniero se fue
a abordar su avión.
2 comentarios:
Vaya pedazo de plot twist
Exactamente, y era necesario. Para reconocer un fruto, a fondo, tuve que mirar el tallo y luego las raíces.
Gracias
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