martes, 15 de abril de 2025

LA FERIA

 

 
by MICHAELANGELO BARNEZ

La gran feria iluminaba la noche de la ciudad de Long Beach con luces vibrantes y el eco de risas. Alicia y Juan, una pareja joven y desilusionada, caminaban de la mano con sus tres hijos, Pedro, Paco y Rosa. A pesar de la belleza del lugar, los ojos cansados de Alicia y la mirada ausente de Juan hablaban de una lucha interna.

Los niños estaban extasiados. Pedro corría hacia las montañas rusas, Paco intentaba ganar premios en los juegos de tiro, y Rosa, la más pequeña, miraba fascinada los destellos de los fuegos artificiales. Para ellos, la feria era un mundo mágico. Para sus padres, era un escape.

Alicia y Juan, atrapados en su propio mundo de adicciones, habían llegado a la feria con un plan. Apenas habían cruzado el portón principal, los niños corrieron hacia los juegos. Así decidieron dejar a los niños. «¡Regresamos pronto, cuídense!», dijo Alicia con una sonrisa forzada. Los tres pequeños no sospecharon nada, pensando absortos con la diversión que iban a gozar todo el día, así sus padres se demoraran, no iba a ser la primera vez.

La promesa nunca se cumplió. Esa noche marcó el inicio de una larga e interminable separación que cambiaría sus vidas para siempre. Más tarde la multitud comenzó a disminuir, mientras Pedro, Paco y Rosa comenzaron a comprender que estaban solos… Abandonados.

Esa noche durmieron en los límites de la Feria, escondidos entre los arbustos

En los días siguientes, los niños buscaron refugio en la misma feria, que habría sido mejor que ir a un albergue o cárcel.

Pedro, apenas con diez años, asumió el papel de líder, llevando a sus hermanos a áreas donde podían descansar o encontrar comida. Paco, con su ingenio, ayudaba a ganar pequeñas cantidades de dinero jugando en los puestos, mientras que Rosa usaba su inocente encanto para ganarse el afecto de los feriantes.

El Circo de la feria pronto se convirtió en su hogar. Los trabajadores y visitantes empezaron a notar su situación, y varios feriantes se encargaron de cuidarlos. El viejo don Manuel, encargado del carrusel, fue especialmente amable con los tres. Compartía historias y los alimentaba cuando podía.

Mientras tanto, Alicia y Juan se hundían más en su desesperación. Vagaban de una ciudad a otra, buscando el siguiente escape en las drogas que los consumían. Su mundo ya no tenía espacio para el amor ni para el arrepentimiento. Un año después, mientras conducían en una carretera oscura y desierta, su tragedia alcanzó el clímax. Drogados y confundidos, el auto en el que iban perdió el control y terminó estrellado contra un muro de cemento. Murieron instantáneamente.

La noticia llegó a los niños como un rumor en la feria. Aunque eran demasiado jóvenes para entender la gravedad del accidente, Pedro, con su extraordinaria madurez, sintió una mezcla de alivio y tristeza. Sus padres no regresarían, pero tampoco sufrirían más.

A medida que pasaron los años, los tres hermanos crecieron dentro del universo de la feria. Pedro se convirtió en un líder natural, Paco desarrolló habilidades de trapecista en el espectáculo acrobático, y Rosa encontró su lugar como una artista encantadora de leones. La feria se convirtió en su familia, una comunidad que los protegió y los ayudó a encontrar un propósito.

Pedro, al mirar hacia atrás años después, comprendió que el abandono había sido lo mejor que les había pasado, ya que fue el inicio de una nueva vida. Aunque había perdido a sus padres, había ganado algo inesperado: la fortaleza para enfrentarse al mundo y la certeza de que, incluso en los momentos más oscuros, existe la posibilidad de renacer.

El Circo de la feria, debido a la crisis económica del país, decidió ser administrada como una cooperativa con todos sus integrantes como socios, y escogieron por unanimidad a Pedro como su administrador, a Paco como presentador y a Rosa como la tesorera.

Así, los tres hermanos continuaron juntos, cuidándose y ayudándose en todo. Claro que la historia continuaría con amores, desengaños, compromisos, bodas y niños por venir… que es otra historia.

 


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